Vino y Comida
¡Una comida sin vino es como un día sin sol!
Existe una armonía entre el vino y la comida, lo que también conocemos como Maridaje.
Estas son 3 recomendaciones básicas de maridaje, pero por supuesto que no están ecritas en piedra, sino que más bien sirven como una guía básica y sencilla.
- La recomendación por color
- Vinos Tintos: Carnes rojas u oscuras (res, cordero, cacería etc.), pastas con tomate, quesos livianos y duros, embutidos, fiambres.
- Vinos Blancos: Pescados, mariscos, carnes blancas (aves, cerdo, etc.), pastas con crema o pesto, quesos fuertes y suaves, bocas y entradas.
- La recomendación del peso
- Pesos similares del vino y del plato
- La recomendación del sabor dominante
- La existencia de un sabor dominante puede ser determinante para la escogencia del vino. Por ejemplo para acompañar un plato de pescado blanco con una salsa de sabor intenso, como mostaza de Dijon, la referencia no es el pescado sino que el sabor dominante de la salsa. En este caso perfectamente se puede acompañar este plato con un vino tinto.
Hay alimentos como el pato y el ganso que armonizan bien con vinos tintos y vinos blancos.
Tradicionalmente los postres se acompañan con vinos blancos dulces o con vinos fortificados como el Oporto, Málaga o Marsala.
La cocina y el vino de una cultura por lo general evolucionan juntos. No es casualidad que la comida tradicional de una región armonice con el vino de la misma región.